Texto de Sonia Neuburger y Pablo Caracuel

Las dimensiones de la Oficina Proyectista lejos de ser estáticas, se despliegan de formas y modos diversos. El encuentro produce una nueva forma de hacer, de crear, de proponer un cambio. Cada modo diferente dialoga a su manera. En consenso, en conflicto. Creemos que en esta relación aparece algo nuevo, algo que compartimos y que nos transforma.
Deseamos generar un contexto para la producción y circulación de la energía creativa y todas sus posibles derivas: las realizables y las que no. ¿Sería factible la representación de estas zonas, de estos procesos, de estos encuentros?
Un entramado diverso conforma a la Oficina Proyectista; una red de diálogos que se difunde, se concentra: palpita. Los proyectos se discuten, circulan, se modifican, se dispersan, se afianzan, algunos se abandonan y otros se realizan. Y no solo queda el proyecto, el resultado, sino también el encuentro y el aire que se expande y se respira. Hay un latir inasible, poderoso. Una germinación de ideas cuyo curso es casi impredecible. Un devenir que abre posibilidades y que se despliega ocasionalmente en este espacio y transcurso preciso donde lo experimental y el convivir toman cuerpo.
El espacio de exposición será mutable, respirará en cada paso de quienes lo habiten.
Lo intangible y la presencia de cada uno, de cada proyecto, de todos, conforman este encuentro: los Invitamos a formar parte.


Sonia Neuburger y Pablo Caracuel
J                J