En esta práctica de la conversación, donde dos o más personas establecen un intercambio de puntos de vista, se puede llegar a intentar un acuerdo o un acercamiento, éste es un quehacer profundamente humano, que desde hace tiempo indago y desarrollo en mi trabajo. Los distintos territorios del arte por los que me he dejado llevar y, también he elegido, han sido motor de exploración, inquietud, interacción y reencuentro.
El diálogo conlleva desde sus distintos pliegues, una esencia que per sé, incita al vinculo con el otro y, por ende, al conocimiento de uno mismo. Establece conexiones, ejercita la espera, posee una voluntad de adentrarse en la melodía del otro, de animarse al desafío de un inesperado juego de contrapunto que se puede construir junto a los otros. El alimento que se mama de allí es nutritivo y potente. El primer diálogo, en tanto acto constitutivo de una persona, comienza con la mirada entre una madre y un hijo, éste es clave en el entramado de relaciones que se establezcan a lo largo de su existencia.
La práctica del diálogo implica, indefectiblemente, la transformación, la transmutación de nuestra mirada, mueve a interpelarnos, a modificarnos, a abrir la cabeza y el corazón a nuevas reflexiones.
El diálogo como plataforma de comunicación tiene variados modos: transcurre entre la comunicación oral, los textos, las manifestaciones corporales, sonoras y otros posibles.
En nuestro culto a la amistad, tan arraigado en nuestra idiosincrasia como práctica cotidiana, se sabe, por experiencia, que estos diálogos entre amigos poseen ciertos códigos, gestos o miradas profundas que activan un poder transformador. Al cabo de un par de cafés compartidos sin agenda previa, el tiempo transcurrido en esa conversación edifica una corriente energética, la cual pone en marcha todos los sentidos. El terreno ha sido sembrado y cosechado en el devenir de un encuentro y, entre esos amigos, probablemente algo nuevo se haya producido.
La acción dialógica agudiza la propia memoria, anima a la práctica de valorización de las diferencias, acompaña (del verbo acompasare) y cultiva el sentimiento de comprensión. Se produce un fenómeno de empatía, es terapéutico, ya que se mueven deseos de aliviar y reducir los malestares del otro. Esta práctica manifiesta la necesidad del encuentro. Es siempre un trabajo de voluntad y sus recorridos a veces son escarpados. En la comunicación existen interferencias, variadas interpretaciones que la enriquecen. No hay nada más estimulante que un diálogo que se construye desde la diversidad y desde el desencuentro, la utopía de la construcción está latente. Un diálogo es un estado de proceso, que como en la arquitectura, siempre está en construcción.
Muchas veces me he encontrado dialogando en silencio y vibrando e identificándome con un personaje, dos horas en la butaca de un cine, también podemos establecer diálogos virtuales a través de la red: por ejemplo, la obra que hice junto a otra artista de Montevideo (Teresa Puppo). El Río de la Plata funcionó como vector simbólico y desarrollamos una serie de conversaciones, a través de la web, el trabajo devino en una video instalación que se proyectó en el Apostadero Naval de Bs. As.
En estos últimos años, en mi trabajo, abundan proyectos colaborativos, tanto en mi producción artística como en mi trabajo docente. Me interesa bucear en nuevos formatos de interacción artística, obras donde compartir la autoría y desarrollar junto a otros, experiencias que propicien estados de reflexión, a través, de obras en proceso, encuentros, cruces interdisciplinarios, etc.
Este año he presentado el Proyecto Diálogo en Construcción, en Fase 3 Arte y Tecnología, en el Centro Cultural Recoleta (curaduría de Graciela Taquini). Invité a dos pares de artistas al primer diálogo. Allí se exhibieron dos instalaciones, como resultado de una serie de encuentros de trabajo y reflexión. En una de ellas, el dúo Cristina Coll y Maia Cosin, presentó “La Armadura” y en la otra, el dúo Fabián Nonino y Bruno Rota, “La Era del Gorgojo”.
La idea de investigar la obra junto a otro, posibilitando entre otras cosas, estados de expansión y reflexión de la misma.
El espacio que hoy nos convoca, la Oficina Proyectista, es un sitio específico donde dar rienda suelta a distintas ideas y proyectos, por eso creí que era el lugar adecuado para continuar el proyecto Diálogo en Construcción, un sitio al que me une una sintonía especial. Los diversos encuentros con los creadores de la Oficina Proyectista, Pablo Caracuel y Sonia Neuburger, me han dado la señal correcta, era aquí por donde debía seguir mi trabajo. Siento gran admiración por el trabajo que vienen desarrollando aquí, tanto en sus roles de artistas como de gestores. Es necesario remarcar que abrieron, con interés y libertad, su Gran Galería de Proyectos para este trabajo, el cual tiene sentido en la medida que active ideas y encuentros. También agradezco especialmente a Andrea Fasani y Claudia Toro como representantes de los artistas de la galería, por su compromiso y generosidad en las producciones para este diálogo y a, Ricardo Pons, compañero de andanzas artísticas que ha sabido registrar y construir esta pieza de video, la cual fue creada para iniciar el diálogo con la Oficina.
En esta ocasión, el diálogo es con un espacio de arte, a través de sus mentores y artistas. La hipótesis del diálogo se mueve entre los siguientes conceptos: un espacio puede pensarse, interrogarse; es un organismo vivo que se nutre de los proyectos de los artistas.
Gabriela Larrañaga
Video "Diálogo con la Oficina Proyectista" de Gabriela Larrañaga/Ricardo Pons
Performer: Andrea Fasani
Inauguración de la muestra "Diálogo con la Oficina Proyectista" como parte del proyecto "Diálogo en Construcción".
Participan Pablo Caracuel, Andrea Fasani, Sonia Neuburger y Claudia Toro.
Martes 18 de Octubre a las 18hs*.
Oficina Proyectista: Perú 84, 6to. piso, Oficina 82, Ciudad Autónoma de Buenos, Argentina.
La muestra se podrá visitar los días martes, jueves y viernes de 18 a 20 hs, hasta su cierre el viernes 28 de Octubre.
Catálogo desplegable de la Muestra "Diálogo con la Oficina Proyectista"
Esta muestra es una presentación del proyecto, da inicio al diálogo, a través de esta pieza de video, en la que una artista de la galería (Andrea Fasani) de un modo performático, interpela, conversa, intenta un diálogo con la Oficina Proyectista.
Este diálogo es una obra en proceso. Continuaremos las charlas en la Oficina, a las que he llamado, pensamientos "site specific"; invitaremos a nuevos artistas, gestores, curadores y público en general, a participar de estas reflexiones, las cuales intento den pie a pensar, tanto en éste, como en otros espacios de arte. Presentaremos un estado de situación, de propuestas, ideas y proyecciones, a medida que los contenidos vayan evolucionando.